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África

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Desde 1901 se han celebrado 105 ediciones de los premios Nobel de Literatura y 109 escritores han recibido el galardón. Sólo cinco de ellos procedían del continente africano. 

Ni siquiera un 3% de los premiados proceden de un continente que alberga al 15% de la población mundial. Aunque es evidente que no se puede exigir proporcionalidad en estas decisiones, las cifras resultan al menos chocantes.

Es más, esos cinco autores suponen el escenario más optimista.

El nigeriano Wole Soyinka recibió el premio en 1986, el egipcio Naguib Mahfuz fue galardonado en 1988, los sudafricanos Nadine Gordimer y J.M. Coetzee recogieron la distinción en 1991 y 2003, respectivamente, y Jean Marie Gustave Le Clézio, de origen francés pero con nacionalidad de Mauricio, fue reconocido por la academia sueca en 2008.

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WOLE SAYINKA

 

(Nombre literario de Akinwande Oluwole Soyinka; Abeokuta, 1934) Dramaturgo, poeta, novelista y crítico nigeriano en lengua inglesa; fue el primer escritor africano negro que recibió el premio Nobel de Literatura (1986).

Descendiente de la etnia Yoruba, de rica y poderosa tradición cultural, estudió en la universidades de Ibadan, Nigeria, y Leeds, Inglaterra. Allí fue influido por el estudioso shakespeareano Wilson Knight y por el ambiente de experimentación de la década de 1950. En ese período escribió dos comedias que fueron representadas en Londres: The Swamp Dwellers y la célebre The Lion and the Jewel.

En 1963, con motivo de la celebración de la independencia de Nigeria, escribió su primera obra de consideración: La danza de los bosques, una sátira acerca de los problemas de una nación joven a la vez que una crítica de la edulcoración del pasado, en un estilo que mezclaba las técnicas de vanguardia con el folclore africano. En 1965, publicó la novela Los intérpretes, que ha sido comparada, por la complejidad de su técnica y por su calidad artística, con las tentativas literarias de J. Joyce y W. Faulkner.

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Durante la guerra civil en Nigeria, Soyinka fue encarcelado durante 22 meses, experiencia que describió en un conmovedor libro: El hombre ha muerto (1972), y en la novela La estación del caos (1973). En 1972 se exilió voluntariamente, inaugurando una intensa etapa en la que escribió cuatro notables piezas de teatro: Las metamorfosis del hermano Jero, The Bacchae of Euripides, Madmen and Specialists y La muerte y los caballeros del rey. En 1976 publicó el que se considera su más importante libro de ensayos: Myth, Literature and the African World.

La combinación armoniosa de una experimentación audaz y el amor por las raíces yorubas ha sido siempre una característica de su literatura. Esto lo llevó a polemizar con los representantes de la negritud, de quienes dijo: "El tigre no necesita hacer alarde de su tigritud". En 1994 se vio forzado al exilio, del que no pudo regresar hasta 1998.

Cabe destacar también su autobiografía Aké, los años de la niñez (1981), cuyo título proviene del nombre de la aldea en que creció y en la que describe, de un modo vívido e imaginativo, su infancia y educación bajo las tradiciones yorubas. Obras posteriores son Beautification of Area Boy (1995) y The gay's never die(2000). Publicó también el libro Clima de miedo (2007), que recoge cinco textos escritos en 2004 para el ciclo de conferencias Reith de la cadena británica BBC.

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NAGUIB MAHFUZ

 

Naguib Mahfuz, en árabe نجيب محفوظ.

Novelista y periodista que fue el primer escritor árabe galardonado con el premio Nobel de Literatura (1988). Licenciado en filosofía y

militante del Wafd, el gran partido nacionalista antibritánico, Naguib Mahfuz se desempeñó como funcionario en diversos organismos de

la administración de su país, y fue director del departamento técnico del Instituto de Artes y presidente del Instituto Nacional de Cine.

Verdadero arquitecto de la novelística árabe contemporánea, a lo largo de su obra representó repetidamente la ciudad de

El Cairo como si fuera un mundo. Su obra, tan variada como prolífica, incluye treinta y tres novelas (algunas de ellas llevadas al cine),

así como catorce recopilaciones de cuentos y múltiples colaboraciones en la prensa. Sin embargo, es considerado básicamente un novelista.

Tras sus primeros escarceos sin mayor trascendencia con la novela histórica, con títulos como Caprichos del destino (1939) o 

Lucha de Tebas (1943), dio un salto al realismo, entrando en una etapa de mayor entidad argumental y técnica.

Los mejores ejemplos de esa época son Jan al-Jalilí (1946) y El callejón de los milagros(1947), minuciosas descripciones de los

ambientes populares, burgueses e intelectuales de su ciudad natal.

Con El espejismo (1948) y Principio y fin (1949), su obra dio un paso más, al incursionar en la novela psicológica.

Dicho tránsito anunciaba uno de los períodos más significativos de su carrera literaria. Fue entonces cuando escribió su afamada

trilogía compuesta por Entre dos palacios (1956), Palacio del deseo (1957) y La azucarera (1957), que le valió el Premio Nacional

de las Letras Egipcias (1957).

En esta saga, que narra la vida de una pequeña familia de la burguesía urbana entre las dos guerras mundiales, el autor supo imprimir en personajes y en lugares una poderosa veracidad y una profunda densidad. Poco después, publicó la novela de cariz metafísico Hijos de nuestro barrio (1959), levantando la ira de las autoridades religiosas, que prohibieron el libro durante varios lustros.

A partir de los años sesenta, sus novelas abordaron cuestiones políticas y sociales de una forma mucho más elíptica, como es el caso de El ladrón y los perros(1961), una crítica del régimen de Nasser, y Miramar (1967), o en la recopilación de cuentos Historias de nuestro barrio (1975). Hombre sencillo y burlón, espíritu liberal en el que fe y razón se abrazan sin mayor problema, permaneció fiel a su condición de escritor insobornable. En 1994, radicales integristas atentaron sin éxito contra su vida.

Los libros de Naguib Mahfuz mezclan la historia, la conciencia individual, la vida cotidiana, las luchas colectivas y el anhelo del por la eternidad. Leerlos es un reencuentro con lo que somos.

Fue el primer escritor en lengua árabe que ganó el Premio Nobel de Literatura. Aunque tuvo varias etapas en su extensa obra, manejó con maestría cada una, al punto de que a partir de 1972 escribió de una forma que agrupaba todas sus anteriores facetas.

A este egipcio hay que leerlo siempre. Por eso hemos seleccionado cinco libros de los muchos que escribió a través de su larga vida. Algunos de estos hicieron que grupos extremistas lo condenaran a muerte, pero también entraron en lo más profundo de civilizaciones que se pierden en números y placeres.

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Este libro representa el conflicto entre la tradición y la modernidad. Habla de una sociedad cerrada, frustrada y llena de deseos imposibles. En El callejón de los milagros, los viejos prefieren permanecer aislados en su mísero barrio. Mantienen una apariencia de normalidad y una falsa atmósfera del pasado, en lugar de adaptarse a los tiempos cambiantes. Pero los jóvenes sueñan con aventuras, riquezas y placeres y, sobre todo, con salir del barrio.

Del libro hay una película mexicana dirigida por Jorge Fons. Está protagonizada por Ernesto Gómez Cruz, Salma Hayek, Bruno Bichir y las primeras actrices Delia Casanova, María Rojo y Margarita Sanz.

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Esta novela narra la historia de la humanidad. Pero lo hace a través de un viejo padre que echa de su casa y su jardín a sus hijos. Lo que leímos en la Biblia y en los libros de historia se reproduce en un barrio que se va formando junto a la casa del viejo. Casi siempre es el garrote el que manda. Pero las que cambian la historia son las ideas. Aparecen Moisés, Jesús, Mahoma. Leer este libro es leernos a nosotros mismos.

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Ahmad Abd el-Gawwad tiene sometida a su esposa Amina hasta la humillación bajo el férreo yugo de la ley musulmana. Sin embargo, en el barrio es un hombre jovial con sus amigos, aficionado al buen vino y seductor con las mujeres. Los hijos de ambos, Yasín, enamorado como su padre de los placeres mundanos, Jadiga, autoritaria y poco agraciada, Fahmi, impregnado de ideales nacionalistas, Aisha, la bella, y el travieso Kamal, son también víctimas directas de la moral hipócrita de Ahmad y viven en un continuo miedo a importunar sus deseos.

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Ahmad Abd el-Gawwad, un comerciante del barrio antiguo de El Cairo, ve cómo sus hijos comienzan a cuestionar su tiránica autoridad al mismo tiempo que Egipto lucha por liberarse de la tutela colonial. Un padre y una nación que vivían anclados en el islamismo tradicional asisten en pocos años a la corrosiva influencia de la sociedad moderna occidental. Un entresijo de pasiones amorosas e ideológicas estalla en el seno de la familia y las fustraciones personales y sociales afloran a la superficie de un mundo en radical proceso de transformación.

Inicios de su narrativa

Acabó la carrera en 1934 e intentó marchar a Francia con una beca y terminar su tesis doctoral sobre el concepto de belleza en la filosofía islámica, pero no lo consiguió. Por el contrario, siguió los pasos laborales de su padre y se convirtió en funcionario del Ministerio de Asuntos Religiosos en 1939, año en el que publicaría su primera novela, La maldición de Ra, que es la primera parte de una trilogía de novela histórica ambientada en el Egipto faraónico. Empezó así su carrera literaria en lo que él esperaba que se convirtiera en un ciclo de cuarenta novelas que recreasen el antiguo esplendor egipcio, aunque finalmente no llegó a desarrollarse en la forma que él pretendía. Su principal motivación tenía que ver con la colonización británica de Egipto y su necesidad de rebelarse contra un invasor que pretendía dar lecciones a un pueblo de historia milenaria.

Esta etapa de recreación histórica en los inicios literarios de Mahfuz dio paso a su periodo realista y, posteriormente, a la creación de una narrativa crítica que le supuso ser censurado en su propio país y ser víctima de un atentado terrorista.

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NADINE GORDIMER

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(Springs, 1923 - Johannesburgo, 2014) Narradora y ensayista sudafricana en lengua inglesa; fue la primera mujer africana que recibió el premio Nobel de Literatura (1991). Era hija de padres judíos, sionistas ambos, de origen ruso el padre e inglés la madre. Después de un período de aprendizaje autodidacta (causado por una misteriosa enfermedad que luego se reveló inexistente) y nutrido de copiosas lecturas, entre las que destacaban Anton Chejov y Marcel Proust, estudió en la Universidad Witwatersrand de Johannesburgo, donde vivió siempre porque, como la propia Gordimer afirmaba, "en nuestra época son pocos los que pueden mantener el valor absoluto de un escritor sin referirse a un contexto de responsabilidad. El exilio como modalidad del genio ya no existe".

Por su obra literaria, que comprende numerosas novelas y colecciones de relatos, Nadine Gordimer es considerada, junto con J. M. Coetzee, la principal representante de la literatura sudafricana del siglo XX. Su presencia intelectual se repartió por igual entre su producción narrativa y su defensa incontestable de la libertad de la población negra, en abierta y beligerante oposición al régimen racista del apartheid. Esta situación fue en la obra de Gordimer materia narrativa.

Precisamente por este motivo varias obras suyas fueron prohibidas por las autoridades sudafricanas, como por ejemplo Ocasión de amar (1963) o El último burgués (1966). Su primera obra fue The Soft Voice of the Serpent (1953), una colección de relatos con la que iniciaba una andadura estética explicitada en estas palabras: "la poesía, la narrativa, la pintura, no provienen de los acontecimientos, sino de los ecos que suscitan".

Del mismo año data su primera novela, The Lying Days, de corte autobiográfico, aunque escrita en tercera persona; puede considerarse esta obra como un Bildungsroman, en donde la autora nos relata la historia de una muchacha que, crecida en una pequeña ciudad minera del Transvaal, se libera poco a poco de su entorno familiar para trasladarse a Johannesburgo, donde entra en contacto con el ambiente intelectual y liberal.

Siguieron a esta obra el volumen de relatos Six Feet of the Country (1956) y, en 1958, la novela A World of Strangers, que tiene por protagonista a una joven inglesa, Toby, que a su llegada a Sudáfrica descubre la desgarrada sociedad del apartheid. Toby conoce a un importante personaje de la comunidad negra, gracias al cual explora el universo de los negros. En 1960 Gordimer publicó el libro de relatos Friday's Footprint y la novela Ocasión de amar, historia de un amor imposible entre un pintor negro y una joven blanca; la narración nos llega filtrada a través de la conciencia de una mujer madura.

En 1965 vieron la luz los relatos de Not for Publication, y en 1966 la novela El último mundo burgués, en la que una mujer, Liz, después de recibir un telegrama en el que se le notifica el suicidio de su ex marido, narra, con la objetividad que la larga separación le ha proporcionado, fragmentos de aquella tortuosa relación condicionada por los acontecimientos políticos que sacuden la vida del país y que arrastran a las personas por sendas que no pueden elegir libremente. De una gran calidad estilística, esta novela es un acertado retrato de los conflictos raciales en el seno de la sociedad sudafricana a través de una trágica historia de amor.

De 1970 data A Guest of Honour, novela ambientada fuera de Sudáfrica y sin personajes sudafricanos. Nos cuenta las vicisitudes de un inglés que regresa, después de su liberación, a un país africano ex colonial; por esta obra Gordimer obtuvo el premio James Tait Black Memorial en 1971. En 1972 publicó un nuevo libro de cuentos, Livingstone's Companions, y un año después un conjunto de ensayos sobre la literatura escrita por sudafricanos negros, The black Interpreters.

Al año siguiente, 1974, publicó una de sus más importantes novelas ambientadas en Sudáfrica, con un protagonista afrikaaner, El conservador (The Conservationist), una historia árida que supone un paso adelante en el análisis de la decadencia y la muerte en la que se halla sumida la sociedad blanca; por esta novela recibió Gordimer el premio Booker británico. Vinieron después Some Monday for Sure(1976), libro de relatos; La hija de Burger (Burger's Daughter, 1979), extensa novela situada en el mundo de la ideología y la política, que articula la estructura del Bildungsroman con la temática civil; y A Soldier's Embrace (1980), antología de los más bellos cuentos escritos por Gordimer, caracterizados por su poder evocativo.

A medida que iba deteriorándose la situación en Sudáfrica, la literatura de Gordimer se hizo cada vez más comprometida y punzante. Producto de esta situación fue La gente de July (1981): Maureen y Bam Smales, contrarios al racismo y conscientes de la injusticia de sus privilegios, se han esforzado siempre por tratar con amabilidad a July, el criado negro que les sirve desde hace quince años. Cuando estallan las revueltas, los Smales se refugian en la aldea de July, dejando de ser sus amos para convertirse en sus huéspedes, o quizá, en sus prisioneros. En esta matizada novela no valen los estereotipos, ni los maniqueísmos; por esta obra Gordimer recibió el premio Grinzane Cavour.

Otra novela de esta misma época, Un capricho de la naturaleza (1987), está planteada con un cierto tono de relato picaresco contemporáneo. Su heroína es Hillela, hija de judíos; dotada de una particular moral forjada a partir de su experiencia en el movimiento de liberación sudafricano, asombra a los lectores como uno de los personajes más logrados de la narrativa de esta gran escritora.

A los últimos años de su producción pertenecen las novelas La historia de mi hijo(My Son's Story, 1990), que en parte supone un alejamiento de los rasgos más característicos de su obra, y Nadie que me acompañe (None to Accompany Me, 1994); los relatos de las colecciones publicadas en 1991, año en que fue galardonada con el Premio Nobel, Crimes of Conscience y Jump and Other Stories; y, por último, los libros The Essential Gesture: Writing, Politics and Places (1988) y Escribir y ser (Writing and Being, 1995). Cabe destacar también el volumen Conversations with Nadine Gordimer (1990), editado por Nancy Topping Bazin y Marilyn Dallman Seymour.

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J.M. COETZEE

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(Ciudad del Cabo, 1940) Escritor sudafricano en lengua inglesa. John Maxwell Coetzee nació en Ciudad del Cabo el 9 de febrero de 1940. Cuando tenía ocho años, su familia se trasladó a Worcester, en la provincia de Karoo, una zona casi desértica. Allí transcurrió su infancia.

Su identidad étnica nunca le resultó demasiado clara: en su familia inmediata se hablaba el inglés, pero con otros parientes pesaba más el lado afrikáner, de cuya cultura, sin embargo, Coetzee se sentía muy alejado. Su filiación religiosa no fue más diáfana, pues su familia no era practicante, y a la confusión del niño se añadió el hecho de crecer con compañeros protestantes, católicos y judíos.

Su padre era abogado y, en casa, una figura cuya autoridad no siempre era bienvenida. Con su madre, profesora de escuela, sucedía algo muy distinto: el niño Coetzee desarrolló frente a ella un fuerte sentimiento de solidaridad, de mutuo apoyo, pero también de repulsión y de culpa. «Él desearía que se comportase con ella como lo hace con su hermano», escribió en Infancia, pero aclarando enseguida: «Sabe que se pondría furioso si ella comenzara a protegerlo constantemente». La niñez de Coetzee transcurrió en esos espacios alejados de la urbe y sus sofisticaciones.

Cuando tuvo que escoger estudios universitarios, se decidió por la Universidad de Ciudad del Cabo. En 1961 terminó, con resultados excepcionales, sus estudios de lengua y literatura inglesa y de matemáticas; esa doble disciplina determinó buena parte de su futuro inmediato, pues ese mismo año viajó a Londres con la intención de hacerse escritor, y fue su trabajo como programador informático el que le permitió costearse la vida en la metrópolis del imperio.

Coetzee fue contratado, no mucho tiempo después de su llegada, por IBM, pero el exceso de trabajo y la rutina pronto le resultaron insoportables, y, luego de renunciar a su trabajo, pudo dedicar más tiempo a la tesis en que estaba trabajando, un examen crítico de Ford Madox Ford con el que obtuvo, en 1963, su maestría en humanidades por la Universidad de Ciudad del Cabo. Dos años después subió a bordo de un barco italiano rumbo a Estados Unidos. Para ser precisos, su destino era Austin, Texas.

La influencia de Beckett

La Universidad de Texas sería su hábitat natural durante los años siguientes. Allí, entre varios trabajos filológicos, Coetzee escribió una disertación doctoral sobre la obra de Samuel Beckett; en la Sala de Manuscritos de la universidad encontró los cuadernos en que Beckett había escrito la novela Watt mientras se escondía de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. El descubrimiento lo marcaría para siempre, y Beckett se convertiría en una de sus influencias más notorias.

Hubo otros encuentros, tan accidentales como aquél: en la biblioteca encontró las monografías del etnólogo alemán Carl Meinhof acerca de lenguas sudafricanas como el hotentote. Eso le llevó a retroceder en el tiempo hasta encontrar los inventarios lingüísticos

hechos por antiguos viajeros y misioneros, entre ellos uno de sus ancestros: Jacobus Coetzee.

En 1968, cuando se mudó a Buffalo para trabajar como profesor en la Universidad Estatal de Nueva York, Coetzee comenzó la redacción de una especie de genealogía o memoria familiar. El texto acabó por convertirse en su primera novela: Dusklands. Para cuando la publicó, en 1974, ya había abandonado Estados Unidos, y llevaba dos años ejerciendo como profesor en la Universidad de Ciudad del Cabo.

Ese puesto ocuparía la siguiente década de su vida.

Durante ese tiempo, Coetzee escribió y siguió publicando con una regularidad sorprendente, como si se hubiera fijado plazos de tres años para sus novelas. En 1977 apareció En medio de ninguna parte; la repercusión de la novela fue extraordinaria, y el Premio CNA,

el más prestigioso del mundo literario sudafricano, fue para Coetzee una especie de presentación en sociedad.

Luego vinieron Esperando a los bárbaros (1980), Vida y época de Michael K (1983) y Foe (1986). En las dos primeras ahondó en la condición de su país, en la culpa de los blancos colonizadores y su posible expiación. Vida y época... ganó el Premio Booker, y situó a su autor en el ámbito más amplio de la prosa en lengua inglesa. En Foe, mientras tanto, Coetzee revisitaba el mito de Robinson Crusoe, desde el punto de vista de una mujer que según Coetzee estaba en el mismo barco y que la novela de Daniel Defoe deja al margen, y reflexionaba sobre el impulso «marginador» de los hombres.

Autor consumado

El Premio Fémina de novela extranjera de 1985 y el Premio Jerusalén de 1987 confirmaron que Coetzee podía ser leído fuera del ámbito del colonialismo anglosajón. Mientras tanto, su posición académica se afianzaba, y en 1984 fue nombrado profesor de literatura

general de la Universidad de Ciudad del Cabo.

Para entonces, Coetzee se había enfrentado con buenos resultados al conflicto que parecía preocupar a sus críticos más que a él mismo: ¿Cómo producir una literatura comprometida con su tiempo y a la vez capaz de incorporar los sofisticados rasgos de la prosa posmoderna? Después del experimento de Foe, Coetzee publicó su novela más clásica, La edad de hierro (1990), un texto deudor de la literatura confesional, y El maestro de Petersburgo (1994), dedicado a la figura de Fiodor Dostoievski. Con esta novela Coetzee saldó una vieja deuda -el escritor ruso es uno de los demonios presentes en su literatura- y demostró, de paso, que su trayectoria no estaba definida de antemano: cada nuevo libro significaría un nuevo desvío.

El siguiente desvío fue Desgracia, novela con la que ganó en 1999 su segundo Premio Booker. Desgracia se aleja del estilo alegórico de otros textos y utiliza procedimientos que pueden ser llamados realistas. La década de los noventa fue para Coetzee la década de la autobiografía. A pesar de sus dos libros de memorias, Coetzee no se dejaría absorber por el remolino mediático.

TIERRAS DE PONIENTE

En 1974, cuando la imposición del afrakáans en las escuelas para negros desató la rebelión en Soweto, seguida de una furiosa represión, Coezee publicó su primera novela. Si bien en sus páginas no habla del presente sudafricano, los dos relatos que la componen permiten que resuene la violencia imperial desde la distancia del tiempo y el espacio. En la primera parte, "El proyecto Vietnam", el investigador Eugene Dawn, especialista en psicología militar, escribe un ensayo sobre la efectividad de la propaganda psicológica de Estados Unidos en la guerra, una indagación de la manipulación mental al servicio de la violencia que irá degradando poco a poco su propia estabilidad mental, y lo arrastrará a descargar la paranoia y la crueldad acumulada sobre su propia familia. "La narración de Jacobus Coetzee" inventa una expedición para su antepasado de 1760, hijo de un holandés y una sirvienta hotentote. En su avance hacia el norte de Sudáfrica, en busca de tierras vírgenes y marfil, Jacobus dispara a todo lo que se mueve, sea animal o humano. Aún derrotado, expoliado de sus bienes y enfermo, no pierde jamás su conciencia de dueño y señor de la tierra sobre la que camina. Su razonamiento lo lleva a una predicción sin matices, tarde o temprano el hombre blanco borrará del territorio a la “gente oscura”.

Jean-Marie Gustave Le Clézio

Jean-Marie Gustave Le Clézio. Es un escritor francés, autor de más de 40 obras y que fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2008. Nació el 13 de abril de 1940 en Niza, en el seno de una familia bretona que se asentó en Isla Mauricio en el siglo XVIII. Hijo de un cirujano que ejerció en África a las órdenes de la armada británica.

TRAYECTORIA

Con sólo 23 años, publica con Gallimard su primera obra: Le procès verbal, con la que se impone en la escena internacional, ganando el prestigioso Prix Renaudot (1963) el más importante de las letras francesas, cuenta también con el Paul Morand y fue elegido en 1994 mejor escritor francés vivo por los lectores de la revista 'Lire'. Entre sus obras traducidas al castellano destacan La cuarentena, El africano ( ambos en Tusquets) o El atestado (Catedra).

En su obra se distinguen dos etapas: de 1963 a 1975, su obra aborda temas como el lenguaje y la escritura, con la voluntad de explorar ciertas posibilidades formales y tipográficas. Desde últimos de los años setenta publica una escritura más serena, donde evoca los años de la infancia y los viajes relatando una renovada armonía entre el hombre y el mundo.

En 1980 escribió el relato Desierto, que pone de manifiesto el contraste entre "la grandiosidad de las culturas perdidas del norte de África y la mirada de los inmigrantes indeseados en Europa", basándose en la familia de su mujer. El buscador de oro y Viaje a Rodrigues, de 1985-86 recrean su visión de ls Isla Mauricio, como luego en La cuarentena, de 1995. En 2003, publicó Révolutions, que es su mayor síntesis autobiográfica, trasmutada en una novela.

Más tarde escribe Urania, con un trazado abiertamente utópico (tiene como modelo lejano la utopía de Thomas Moro). Con Ballaciner, de 2007, ha hecho una pequeña y original historia del cine basada en su experiencia. Su novela La música del hambre, aparecida en 2008, antes de ser premiado, recuerda la juventud de su madre sobre el fondo de la Francia ocupada.

Premio Nobel

El 9 de octubre de 2008 se le proclamó ganador del Premio Nobel de Literatura 2008. La Real Academia Sueca lo definió como "el escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensibilidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante".

Otros reconocimientos

Fue el primero en obtener el Premio Paul Morand en 1980, adjudicado por la Academia francesa, por su novela Desierto. En 1994 fue elegido por los lectores de la revista francesa Lire como el mejor escritor francés vivo. Y el 9 de octubre de 2008 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura, por ser "El escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante".

Vida Personal

En 1975 contrajo matrimonio con Jemia, del Sáhara occidental; con ella ha tenido dos hijas, y firmó Gens des nuages, relato de una visita al Sáhara.

El buscador de oro

Escrito como una suerte de extenso y minucioso diario, El buscador de oro cuenta la aventura de un originario de la isla Mauricio (ese paisaje africano aparece en muchas de sus narraciones), Alexis L’Étang, que se obsesiona con la búqueda del tesoro de un corsario del siglo XVII. Pero esa aventura es apenas un disparador, que contagia todo lo que lo rodea y convierte al mundo en un acertijo mágico a descifrar.

 

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